Y por fin se acabaron (de momento) las grandes comilonas de Navidad. Que no os sienta mal a la familia porque me encanta veros y esas cosas. Pero si como un trozo más de turrón puede que haya que llamar a los bomberos.
Estoy feliz, así en general. Estoy con un estado de ánimo muy adecuado para estas fechas tan ñoñas. Puede que simplemente sea porque vuelvo de un fin de semana romántico, donde me he sacado las fotos de hoy estrenando mi preciosa chaqueta de pelo sintético de segunda mano. O puede que sea simplemente porque me gusta la sopa y los Ferrero Rocher, muy abundantes estos días.
Me da un poco de apuro dar por cerrado otro año más, pero a la vez reaparece esa emoción por querer afrontar nuevos retos. Creo que ha sido, en general, uno de los mejores años de mi vida, aunque, como todo ser humano en el mundo, haya tenido mis más y mis menos.
Teniendo en cuenta que es la última publicación del 2015, he pensado que la mejor manera de dar por cerrado el año de la "niña bonita" era hablando del mejor y el peor estilismo. Empezemos:
EL MEJOR
Sin duda alguna, tanto por su exuberante elegancia como por la polémica de ser un hipotético plagio de Maria Lucia Hohan, el mejor estilismo ha sido el vestido amarillo de Prada, enfundado en el cuerpo de Lea Seydoux en los BAFTA.
EL PEOR
Este me ha costado mucho trabajo. Y no porque el buen gusto a la hora de vestir esté a la orden del día. Más bien todo lo contrario...El que se ha llevado la palma es el outfit que eligió Danielle Brooks, la actriz de mi actual serie preferida "Orange is the new black", para los Emmy. Un Christian Soriano bicolor de tonos complementarios. Vaya, una explosión para los ojos que sólo podía ser aceptada si su forma sobria lo hubiera equilibrado. Pero ná de ná. Para Danielle, más es más y feliz posó hecha un cuadro.
Antes de terminar, me gustaría desear a todo el mundo una feliz entrada de año. Soy muy supersticiosa y, para mí, los números pares traen buena suerte. Aquí queda dicho. Al estar de exámenes, voy a estar ausente los próximos dos domingos, aunque prometo volver con más energía que nunca.
Muchos besos y....¡FELIZ 2016!
Muámuámuá,